Y la Hermandad se puso en la calle ... y el pueblo de Úbeda la acogió con todo el fervor y cariño que sus gentes pueden ofrecer al Señor. El barrio de Salesianos esperaba de nuevo a su Hermandad, y muchos hermanos acompañaban desde su salida a Cristo junto al paso de misterio con su medalla colgada del cuello, y es que todos somos partícipes, sea cual sea el papel que tengamos, en hacer del Miércoles Santo un día aún más grande.
La banda ofreció sus marchas derrochando ganas y esfuerzo sin igual, destacando la marcha dedicada a Nuestra Madre Salesiana "Auxilio", que esperaba con lágrimas en los ojos la vuelta de Su Hijo Prendido a su Iglesia de María Auxiliadora. Los nazarenos de luz ofrecían recogimiento, seriedad y respeto precediendo al paso mientras reflejaban en su cirio rojo la llama de su fe. Y los costaleros sufrieron y disfrutaron a su vez rezándole al Señor con las plegarias de sus racheos y pasos para que Nuestro Señor Jesucristo acariciara las calles de Úbeda con la mayor solemnidad posible.
Saliendo de la calle Andalucía el cortejo se encontró en la Estatua de la Libertad con una multitud que le esperaba donde el año pasado apareció la lluvia y tuvo que volver sobre sus pasos a Salesianos. Pero este año era distinto: la luna y las estrellas querían acompañar al pueblo ubetense a ser testigos del Prendimiento de Cristo, y la Hermandad comenzaba en esos momentos la parte con más sentimiento y encanto de todo el recorrido procesional. Los suspiros de las ventanas de los callejones de Manuel Barraca y Sacristán acariciaban las tulipas del paso de misterio que se mecía poquito a poco, al sonido de caja de la batería, con levantás a pulso y andando sobre los pies con delicadeza y esmero. Casi terminando Sacristán, cuando el esfuerzo costalero más se sentía, los vecinos de la calle y de Plaza de Carreteros, desde sus balcones, vestían la túnica del Señor de pétalos de rosas y claveles, formándose en el paso de misterio una alfombra multicolor de aromas y devoción mientras la plaza, totalmente abarrotada, presenciaba esa bella estampa: el Barrio de San Nicolás se convierte en protagonista el Miércoles Santo, y ha hecho suyo también a Cristo Prendido.
Y llegaron las 00:30 horas y con ellas un momento mágico que, D.m., ocurrirá desde este año 2009 hasta esperemos muchísimos años más. La Cruz de Guía terminaba Campanario y el cortejo llegaba a la Corredera de San Fernando, totalmente repleta de ubetenses, donde el guión y el majestuoso paso de misterio de nuestra querida Hermandad de la Cena esperaba la llegada de Nuestro Señor Jesucristo en Su Prendimiento. Fué un acto sencillo, emotivo y único que refleja el carácter que debe de prevalecer entre todas las hermandades: el caracter, ni más ni menos, que de hermandad. Las bandas de la Santa Cena y Prendimiento interpretaron respectivamente las marchas "Amor" y "Sagradas Vestiduras" a los titulares de cada Hermandad, mientras el Hermano Mayor de la Santa Cena ofrecía un ramo de flores al Señor del Prendmiento y el Teniente de Hermano Mayor de nuestra hermandad un corbatín verde alemán con el lema "Prendimiento, 2009" para la bandera de la Hermandad junto con otro ramo de rosas. El acto terminó con la levantá por parte de D. Marcos Expósito (Hermano Mayor de la Santa Cena) del paso de misterio. Un acto que quedará grabado sin lugar a dudas en los anales de la historia de las Hermandades Sacramentales del Miércoles Santo ubetense. Que no sea el último.
Fotografías: Rafael Merelo y AJE.
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