Como administrador junto a Eduardo de este blog y exhortador de este año, quiero dar desde aquí las gracias a todos aquellos que me han regalado su cariño y emoción tras la Exhortación de la Semana Santa de Úbeda, gracias a los que me acompañásteis este domingo y escuchásteis mis palabras y, por supuesto, gracias a mi querida Hermandad por otorgarme este privilegio. Gracias hermanos por hacer de ese 21 de marzo de 2010 uno de los días más felices de mi vida.
Crónica de Eugenio Santa Bárbara, exhortador 2009, para "Cruz de Guía":
"La sala "Palma Burgos", del Palacio de don Luis de la Cueva se llenó de cofrades, el domingo 21 de marzo, para escuchar a Javier Martínez López pronunciar la Exhortación de la Semana Santa de Úbeda. El acto está anualmente organizado por la salesiana hermandad del Prendimiento.
El exhortador fue presentado por su amigo, y también cofrade, Eduardo Samblás que lo describió como alguien que empezó a fijarse en el mundo de las cofradías durante su época de estudiante en Granada. Devoto de la Virgen del Carmen, a Javi, (como lo llaman sus amigos), no le gusta la Semana Santa sino que “le gusta hacer Semana Santa”, dijo el presentador. Casualmente conoció a la Asociación Don Bosco-Prendimiento, en la que se integró y que sería el germen fundacional de la cofradía salesiana de la noche del Miércoles Santo y en la que el exhortador ocupó diferentes cargos.
Hermano de las cofradías de Nuestra Señora de Gracia y del Prendimiento, Javier Martínez comenzó a desgranar su pregón explicando su llegada al mundo de las hermandades desde el seno de una familia sin tradición cofrade, por su propio pie, por su cuenta. Ahondando en su vinculación con nuestras cofradías, realizó un profundo y bien madurado análisis sobre cuáles deben ser las relaciones entre la jerarquía eclesiástica y las hermandades y explicando cómo debe ser la actitud del cofrade en el seno de la sociedad actual.
Repasó todos y cada uno de los momentos de nuestra Semana Santa que le han dejado una honda huella y, sin concesiones a la ñoñería, utilizó el pretexto de su noviazgo, con una valenciana oriunda de Úbeda, para mostrar su ilusión por formar un día una familia cristiana y cofrade. Describió, con minuciosidad y mucho amor, todo el proyecto relacionado con la llegada a Úbeda de María Santísima del Auxilio y fueron muchos los asistentes que se emocionaron cuando, pormenorizadamente, narró el día en que los cofrades se desplazaron, a la provincia de Sevilla, para recoger la imagen del taller de Luis Álvarez Duarte.
Sorprendió, además de su soltura en la dicción y en la escritura, el hecho de que alguien tan poco experto en estos temas, a causa de su juventud, (tan sólo 25 años), conociese tan bien el mundo de las cofradías y el de sus procesiones y lo contemplase con una madurez impropia de su edad.
Al concluir sus palabras el aplauso fue prolongado pero, sobre todo, sincero, porque Javier Martínez López, con su pregón, había conseguido llegar al fondo del alma de quienes estuvieron allí, fuesen o no cofrades del Prendimiento."
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