Desde el Blog "Prendido en Úbeda" (recordamos NO OFICIAL de la Hermandad), una vez transcurridas las primeras semanas posteriores a la magnífica Semana Santa de este año 2014 en la que solamente la Hermandad del Resucitado no pudo realizar su procesión el Domingo de Resurrección debido a las inclemencias meteorológicas y con el reposo que el tiempo otorga, queremos analizar a través de la siguiente crónica que dividiremos en dos partes la Estación de Penitencia de nuestra Hermandad el Miércoles Santo pasado.
El Miércoles Santo amanecía despejado, sin probabilidad alguna de lluvia, algo totalmente atípico en los últimos años y que dotaba de una tranquilidad inusitada a los hermanos que se acercaban a primeras horas del día al patio del Colegio Salesiano para contemplar a Cristo Prendido sobre su paso de misterio. Este año, con motivo del décimo aniversario de la primera salida procesional y tras petición solicitada por un grupo de hermanos, el Señor aparecía en su paso con la manos cautivas, ya prendido, luciendo túnica granate y estrenando mantolín dorado con bastante menos volumen y longitud al que normalmente ha portado otros años, perdiendo con ello quizás el movimiento característico que este atuendo incorporaba a la imagen con el andar costalero. El exorno floral era sencillo pero elegante como acostumbra, protagonizado por amplios capullos de rosas rojas con helechos que dejaban entrever la hojarasca churrigueresca de la canastilla.
Y llegó la hora esperada. Tras la Misa Preparatoria se organizaba el cortejo de nazarenos, con un número similar al del año pasado y protagonizado gracias a Dios por la gran cantidad de niños que lo nutren y por una representación de la Orden de Caballeros Ballesteros de Santa Vera-Cruz del Rey Fernando III por invitación expresa de la Junta de Gobierno tras una charla pronunciada en la Cuaresma. Al otro lado del Colegio la cuadrilla de hermanos costaleros preparaban su "ropa" de trabajo, se fajaban y esperaban el ansiado momento de comenzar el recorrido procesional. La Banda del Amor, con sus marchas de ordinario, se situaba junto a la puerta de salida del Colegio, que abriría sus puertas a las diez y cuarto de la noche, un cuarto de hora más tarde de lo estipulado.
La espectacular Cruz de Guía que otrora era sostenida por nazarenos hispalenses del Polígono de San Pablo (con su lagarto trepando por los roleos, este año dado a conocer de una manera más general a la ciudad gracias a una fotografía en un medio de comunicación local y desconocido por muchos hermanos) abría paso a los nazarenos. El cuerpo de acólitos ceriferarios y turiferarios anunciaban la llegada inmediata del paso de misterio, con la cera sacramental totalmente encendida en sus candelabros de guardabrisas, que se presentaba otro año más a los sones de la Marcha Real y "Prendío por Amor", primera marcha dedicada por la Banda del Amor hace unos años a nuestro titular cristífero. Ya desde las primeras "chicotás" se vislumbraba el buen trabajo de la cuadrilla de costaleros, con una mecía valiente y elegante, reflejando el espíritu salesiano ("siempre alegres" decía D. Bosco) y que cada año consolida aún más un estilo ya totalmente propio y definido y que el pueblo de Úbeda espera y valora. Tras la primera levantá la mano izquierda de Judas se desencajó, pero rápidamente fue repuesta y el incidente quedó solucionado. Este año la cuadrilla iba con fuerza y con ganas, y desde el principio, podemos decirlo así, se "dejó notar".
Fotografías: Cristobal López Gándara y Manuel J. Ordera.