"Cuando tú llegaste, ya me había ido. Pero sin estar, hoy camino contigo. Puedo prometer, sin temor a equivocarme, que cada noche sueño con el día que, sobre mi costal, pueda pasearte por las callejuelas de Úbeda secando con el esparto de mis zapatillas la sangre derramada de tu Hijo... Cuando llegue la hora punta, y la luna se asome a los balcones del Cielo para poder verte, todos lloraremos tu marcha del Santuario. Aún más lo haremos cuando regreses. Quisiera secar tus lágrimas de caramelo con la brisa aceitunera. Sólo quiero soñar si es contigo, Madre nuestra del Auxilio."
Daniel Madrid Pastor.
Entrada dedicada a María Santísima del Auxilio desde el blog personal del autor