lunes, 21 de marzo de 2011

PRIMERA JORNADA DE LAS TERTULIAS COFRADES "CRUZ DE GUIA"


TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: http://www.cruzdeguia.org/ y Juan Antonio Moreno Mira.

A las 12’45 en el Palacio de D. Luis de la Cueva el antiguo Hermano Mayor de la Hermandad Salesiana D. Ángel Pérez Resa presentaba a los contertulios invitados a esta mesa redonda que versaba sobre el tema “Iglesia y Cofradías” que, a la sazón, se encontraba muy de actualidad en los últimos días por los diferentes hechos acaecidos en el seno de algunas cofradías ubetenses a la hora de organizar según qué actos.

Para esta ocasión se habían convocado a diferentes cofrades destacados en por varios motivos en distintos ámbitos de la Semana Santa ubetense: Marcos Expósito, Miguel Ángel Lorente, Salvador Molina, Leonardo Tallada, Antonio José Campos y Eugenio Santa Bárbara. Estaba también invitado el Arcipreste, Juan Ignacio Damas, al que le fue imposible la asistencia, que hubiese sido pieza clave y enriquecedora en este debate.

El moderador mostró buenas dotes para ello e iba planteado interesantes preguntas para incitar al debate y en las que los diferentes tertulianos mostraban sus posturas al respecto: ¿Son las cofradías un instrumento evangelizador eficaz al servicio de la Iglesia? ¿Existe una especie de divorcio entre las cofradías y la jerarquía de la Iglesia? ¿Hay malestar entre los cofrades por lo que se permite hacer a las hermandades en otras diócesis y lo que está autorizado en la nuestra? ¿Qué opinión tenéis sobre los últimos decretos y prohibiciones? ¿Sería conveniente establecer una normativa única a nivel nacional o, al menos, andaluz? ¿Hay decisión y valentía en las cofradías y en especial en sus órganos directivos para defender sus posturas y decisiones ante la jerarquía eclesiástica?

No podemos resumir en tan pocas líneas todo lo que allí se expuso durante más de hora y media, pero sí podemos dejar claras ciertas posturas de los contertulios (que no podemos decir que estuviesen en dos claros bandos, como se pudiese esperar, ya que se matizaron suficientemente las situaciones y no hubo una fractura radical en los diferentes planteamientos).

Una de las ideas que parecieron quedar claras es que las cofradías son en cierta forma incómodas para la jerarquía más próxima (párroco o consiliario) en el sentido de que son instituciones autónomas, sobre las que no se puede tener un absoluto control, algo a lo que los sacerdotes no terminan de acostumbrarse.

Por otro lado se expuso que muchas de las situaciones de fricción que se producen son debidas a la falta de formación de los cofrades o dirigentes, que a veces realizan acciones que en realidad están fuera de lugar y a las que se responde desde la jerarquía con cierta falta de cercanía, una comunicación poco fluida y prohibiciones tajantes. Esto sólo consigue que esas diferencias que pudiera haber, en lugar de acortarse se hagan más profundas.

Sobre de los diferentes hechos acaecidos últimamente, se llega a la conclusión de que las cofradías ubetenses son instituciones maduras que han demostrado su seriedad y saber hacer a lo largo de los siglos (se puso como ejemplo la procesión extraordinaria de la Caridad que, con respeto, rigor y mucho trabajo, dejó patente el sentido de lo que debe y puede ser una procesión extraordinaria). Eso sí, también se comentó que no todo el mundo había hecho las cosas de esa guisa (hablando de otros municipios o casos) y ese hecho ha salpicado a todos, limitando estos casos porque la jerarquía no distingue ni se preocupa de hacerlo. Se concluye que esa norma proclamada al respecto carece de fundamento y es claramente chapucera. Algo más de ganas y trabajo en ese sentido no hubiesen venido nada mal.

Podemos señalar que curiosamente algunas de las conclusiones a las que se llegó en esta mesa fueron similares a las que hubo en la Junta de Presidentes de la Unión de Cofradías, tras la reunión mantenida al efecto.

El auditorio pudo expresar también sus opiniones y la mesa concluyó con una ronda de interesantes conclusiones.

La Hermandad del Prendimiento regaló a los participantes un bonito candelabro de cerámica verde del alfarero Juan Pablo Tito.